Padre Ryan Mattingly
“Siempre he tenido un gran anhelo o deseo de escuchar confesiones”, dijo. “Volver a traer a las ovejas al rebaño para que puedan participar en la Misa y recibir todos los regalos que el Señor ha preparado para nosotros”.

Padre Andru O’Brien
Las experiencias de su parroquia le dieron confianza y “verdadera alegría” al com-partir a Cristo. Esa alegría se multiplicará a medida que pueda celebrar la Misa y escuchar confesiones. “Podré entrar en situaciones y no importa cómo las perso-nas necesiten a Cristo, seré capaz de brin-darles, tanto en consejería como en sacra-mentos”,